La regularización de los llamados autos chocolate —vehículos usados importados de manera irregular desde Estados Unidos— continúa siendo una de las medidas más relevantes para miles de familias en México. El decreto federal actualmente en vigor permite que estos autos puedan incorporarse de forma legal al padrón vehicular del país, ofreciendo certeza jurídica a sus propietarios y reduciendo el uso de vehículos sin registro.

De acuerdo con la disposición oficial, el programa seguirá vigente hasta noviembre de 2026, lo que significa que aún habrá oportunidad para que quienes poseen uno de estos vehículos puedan realizar el trámite. No obstante, el punto clave está en el año-modelo permitido para iniciar el proceso de nacionalización.

El decreto establece que únicamente podrán regularizarse los autos cuyo número de identificación vehicular (VIN) comience con los números 1, 2, 3, 4 o 5, ya que estos corresponden a unidades fabricadas en Estados Unidos o Canadá. Además, se permite la legalización de vehículos con una antigüedad mínima de cinco años, siempre y cuando cumplan con las especificaciones mecánicas y de seguridad requeridas. Esto incluye la verificación de que no cuenten con reportes de robo, adeudos o vínculos con actividades ilícitas.

El procedimiento de nacionalización se realiza mediante una cita oficial, el pago del impuesto correspondiente y la presentación del vehículo para su inspección física. Una vez concluido el proceso, el propietario obtiene su documentación en regla, incluyendo placas y tarjeta de circulación, lo que facilita la movilidad y evita multas por circular con un vehículo irregular.

Para las autoridades, la continuidad del decreto busca ordenar el parque vehicular, mejorar la seguridad en las carreteras y reforzar los controles administrativos. Para los ciudadanos, representa la oportunidad de convertir un auto irregular en un vehículo totalmente legal, lo que sigue impulsando la demanda de este tipo de trámites en la frontera y en los estados autorizados.