Ante los cambios en la política comercial mexicana, Corea del Sur solicitó a México un trato preferencial para sus exportaciones e inversiones, con el fin de reducir los efectos que tendrían los nuevos aranceles en empresas surcoreanas establecidas en el país.
Autoridades del gobierno de Seúl expresaron su interés en que México considere condiciones especiales o mecanismos de mitigación, argumentando que Corea del Sur es uno de los principales inversionistas asiáticos en territorio mexicano, especialmente en sectores como el automotriz, electrónico y de manufactura avanzada.
Durante reuniones diplomáticas recientes, representantes surcoreanos también plantearon la reactivación de las negociaciones para un acuerdo comercial bilateral, proceso que ha permanecido detenido por varios años. Para Corea del Sur, retomar este diálogo permitiría dar mayor certidumbre a las empresas y fortalecer la relación económica entre ambas naciones.
México, por su parte, ha defendido su nueva estrategia arancelaria como una medida para proteger industrias nacionales y equilibrar el comercio con países con los que no mantiene tratados vigentes. Sin embargo, la petición de Corea del Sur abre la puerta a un posible ajuste o revisión en el marco de la cooperación económica bilateral.
El intercambio comercial entre ambos países supera varios miles de millones de dólares anuales, lo que convierte a Corea del Sur en un socio clave para México en Asia y en un actor relevante dentro de su cadena de exportación e inversión extranjera.


