La presidenta Claudia Sheinbaum presentó el Plan Nacional del Maíz Nativo, una estrategia que busca proteger y fortalecer la producción tradicional del grano más representativo de México. El programa tiene como propósito garantizar que las comunidades campesinas continúen cultivando las diversas razas de maíz que forman parte del patrimonio biocultural del país.
Durante el anuncio, Sheinbaum destacó que el maíz nativo “no solo es alimento, sino la raíz viva de nuestra historia”, y aseguró que su gobierno acompañará a las y los productores con asistencia técnica, fertilizantes gratuitos y maquinaria adaptada a las condiciones de cada región.
La iniciativa iniciará en siete estados del sur y sureste —Oaxaca, Chiapas, Guerrero, Yucatán, Campeche, Quintana Roo y Tabasco—, beneficiando a miles de familias campesinas. Además, el plan contempla la creación de tortillerías y cooperativas comunitarias, especialmente dirigidas por mujeres, para agregar valor a los excedentes de producción mediante la elaboración de productos tradicionales como totopos y tostadas.
Con este proyecto, el gobierno busca fortalecer la autosuficiencia alimentaria, reconocer el papel de las comunidades rurales en la conservación del maíz y fomentar un modelo de producción sustentable y colectivo que, según Sheinbaum, “honra la herencia agrícola que nos dio identidad como nación”.


