El disco hedonista de Beyoncé es una obra maestra de la música de baile que ha definido el espíritu de este año desenfrenado. La expansión de Bad Bunny y la consagración de Rosalía marcan el liderazgo mundial de la música latina.
1.BEYONCÉ: RENAISSANCE
Renaissance es literalmente interminable. Acaba y lo vuelves a poner, y lo pones mil veces, luego te aburres, lo dejas un tiempo a un lado, un día vuelves a ponerlo y comienza un nuevo ciclo de mil veces. Es una noche que no quieres que acabe nunca. Sabe saladito, suena cachondo, te inunda de calor, contiene ritmos como azotes y es tan sexy que da miedo. Es un delirio. Es una liberación. Es el gran regalo de Beyoncé al mundo.
Tiene música disco, funk, house y dance-pop actualizados de una manera tan brillante que en sus momentos de clímax es una pedrada en la parte posterior del córtex, que es donde se aloja la consciencia: ¡cállate y baila, idiota!
Y sobre este jamelgo de cristal, Beyoncé cabalga como una amazona de fantasía. Cuando el mundo más necesitaba divertirse, la cantante, compositora y productora concibió astutamente, elaboró meticulosamente y remató exuberantemente una catedral del gozo y el disfrute: con rigor académico, sobrada de autoridad, atiborrándose de referencias, con mensajes liberadores y con un amor a la música y al baile que son una celebración en sí mismos.
2.ROSALÍA: MOTOMAMI
Algunos medios anglosajones han elegido el disco de Rosalía como el mejor que se ha grabado en 2022 en todo el mundo. El mejor de todos. Lo dice Les Inrockuptibles, que es la revista cultural más importante de Francia, el periódico británico The Independent y una de las revistas hegemónicas del espectáculo en Hollywood, Variety. Para otras decenas de medios ha estado entre los 10 mejores.
Con esto quiero intentar demostrar que decir que Motomami es el segundo mejor disco del año tras Renaissance de Beyoncé no es un cutre ejemplo de chovinismo. Pero también es una justificación, que es una de las peores cosas que hay, además de algo innecesario: el disco es una obra maestra del pop moderno (modernazo), tan fresco, rompedor, aventurado y repleto de sorpresas, tan sofisticado en todos sus aspectos, con una visión original y genuina que emana de una identidad propia, que son los atributos del mejor pop, y eso no hace falta que lo valide la prensa internacional para ser más verdad.
3.BAD BUNNY: UN VERANO SIN TI
Pero Benito, ¿cómo pudiste imaginar algo tan grande? Y tan variado, y tan ajeno a los clichés, y con ese arco inmenso de posibilidades, como un gran abrazo a todas las músicas latinas posibles hoy, un disco que acercara a la música urbana a los escépticos, a los ajenos al nicho, un disco para todos, tan festivo y divertido, tan loco a veces, que se acelera de repente como se suaviza o se pone hasta melancólico, ay, Benito, un inmenso disco de verano para escapar en el que los estilos no son islas conectadas sino los ingredientes de un gran puchero que borbotea al fuego, del reguetón a la cumbia, del mambo al dancehall, del dembow al merengue, del trap a la salsa y la bachata entre sacudidas de pop electrónico.
El éxito desmesurado, su dominio casi ridículo en medio mundo, han reafirmado al puertorriqueño como el gran icono latino de nuestro tiempo, principal responsable de que las culturas latinas sean tan apreciadas.
4.KENDRICK LAMAR: MR. MORALE &THE BIG STEPPERS
El rigor y las ambiciones artísticas del rapero de Los Ángeles han alcanzado un nuevo Everest en este disco gigante, por bueno, pero también por grande: 78 minutos en los que no hay espacio para tomar aire. Se desparrama repleto de ideas, definido por los cambios y las sacudidas de una canción a otra y dentro mismo de cada canción, sacudidas musicales y líricas: contradicciones, exabruptos, inseguridades y confesiones. Es el rey del juego.
5.PHOENIX: ALPHA ZULU
Un nuevo disco de Phoenix es el pffffsssshhhhhhh que hace una lata de refresco helada cuando la abres muerto de sed. Todo es juego, todo es diversión y algo de malicia y de elegancia un poco extravagante en sus canciones de pop molón, canciones sostenidas sobre melodías maravillosas, pero en las que, como sucede siempre con el grupo francés, florecen con arreglos e interpretaciones llenas de ingenio.
6.WET LEG: WET LEG
Son chicas chapadas a la antigua, tienen sentido del humor, son proclives al gamberrismo y no pueden ser más requetecool. Y no pueden ser más inglesas, con estas canciones pegadizas un poco raras, con guitarreo indie y bajos post-punk y algunas palmas y pedales de rock de garage y voces naturales, estupendas, y sin apenas intervención de la electrónica, ni sintetizadores, ni órganos ni sonidos manipulados con un programa de ordenador, lo que es casi una excentricidad. Las cancioncillas retro sobre estar en ropa interior en la chaise longue más divertidas del año.
7.BIZARRAP: BZRP MUSIC SESSIONS
Si Bizarrap no ha grabado ningún disco, ¿qué hace en esta lista? La vida no tiene ningún sentido, pero tampoco lo tendría ignorar las seis canciones que ha publicado el joven productor argentino en 2022 y que no tienen rival en cuanto a relevancia e influencia. Solo su sesión con Quevedo es el mejor ejemplo del espíritu de nuestro tiempo y, a estas alturas, cada nueva canción que detona es un acontecimiento internacional, ya sea en el rap o en la música urbana. Biza es el hombre con quien querría grabar cualquier cantante.
8.YARD ACT: THE OVERLOAD
Ahora que los niños ya no quieren hacer rock and roll y las niñas menos, ahora que los chicos no quieren ver a grupos de guitarras en los festivales y las chicas menos, ahora que los señores han aprendido a apreciar la diferencia entre Bad Gyal y La Zowi y las chicas más, ahora que básicamente ya nadie se preocupa por los grupos de guitarras enfadados como pulgas sedientas de sangre, por los grupos que tocan al borde del ataque de nervios, por los grupos de post-punk desafiantes y con un perverso sentido del humor, sin tiempo para perder un minuto, por grupos de rock que solo desean molestar, ahora, digo, es el momento de escuchar una y otra vez el debut de Yard Act.
9.THE WEEKND: DAWN FM
Conceptualmente más prieta que los glúteos de La Roca Johnson, esta gran odisea musical reúne conceptos, sonidos y referencias milimétricamente combinados en una demostración tanto de talento como de trabajo (Abel Tesfaye es compositor y productor). Su viaje desde la oscuridad hacia la luz inspirado en el purgatorio suena al pop electrónico de los años 80, una estética muy reivindicada desde hace años que el canadiense recupera con todo el brillo que requiere.
10.BIG THIEF: DRAGON NEW WARM MOUNTAIN I BELIEVE IN YOU
En el contorno del rock americano triste, que para no ser un género musical tiene miles de grupos, Big Thief es ahora lo más emocionante que hay. En su último y hermoso doble álbum la intensidad desesperada de sus inicios es rebajada considerablemente, aunque la voz de Adrianne Lenker sigue siendo un cable en tensión incluso en las baladas suaves. Entre el folk, el country de ciudad, el rock y la canción de autor bohemia, con aspiraciones literarias y afrontando las contradicciones de la disidencia existencial en EEUU, ella sigue cantando siempre hacia adentro y siempre con deseos de escapar de todo. Es única y es maravillosa.
CRÉDITOS: REDACCIÓN EL MUNDO