Pumas sufrió de más, pero logró dar un paso hacia la liguilla del torneo Clausura 2025 tras vencer 2-1 en los penales al FC Juárez, ayer en el primer duelo del play-in, disputado en el Estadio Olímpico Benito Juárez y el cual fue retrasado por más de una hora debido a una tormenta de arena en las inmediaciones de dicho inmueble.

Tras empatar 1-1 en el tiempo reglamentario, el ganador tuvo que decirse mediante una tanda de penales, donde Robert Ergas le dio el triunfo a los auriazules al acertar el quinto disparo. Nathan Silva también cobró de forma correcta, mientras Adalberto Carrasquilla, Rogelio Funes Mori y José Luis Caicedo fallaron sus remates. A su vez, el arquero Alex Padilla se lució con importantes atajadas.

Por parte de los Bravos, sólo anotó Oscar Estupiñán, pues Ángel Zaldívar, Avilés Hurtado, José Luis “Puma” Rodríguez y Diego Valoyes erraron sus disparos.

Para avanzar a la liguilla, Pumas aún tiene que ganar el duelo ante el perdedor del segundo partido del play-in entre Monterrey y Pachuca.

El encuentro estaba programado para las 17 horas, pero debido a las condiciones climatológicas y a que los jugadores y el cuerpo técnico de Pumas se rehusaban a salir por la poca visibilidad en la cancha, el duelo comenzó hasta las 18:13 horas.

Cuando por fin se dio el silbatazo inicial, Pumas saltó al campo con mucha intensidad, y apenas al minuto 11, Leo Suárez tuvo una oportunidad clara de gol, pero su disparo se fue por encima del marco protegido por Sebastián Jurado.

Sólo cinco minutos después, al 16, los felinos lograron abrir el marcador por conducto de Guillermo Martínez, quien, tras recortar a un rival en el área, definió de zurda para el 1-0.

Los locales, comandados por Martín Varini, no se amilanaron y respondieron con un cabezazo de Dieter Villalpando desde el centro del área que el portero felino Alex Padilla alcanzó a detener.

Ese fue el primer aviso de los Bravos, pues lograron el empate 1-1 al 20 gracias a un disparo cruzado de Madson De Souza.

El partido se le puso cuesta arriba a los dirigidos por Efraín Juárez a partir del minuto 35, cuando Martínez, quien ya había visto una tarjeta amarilla, fue expulsado tras golpear con su pie, luego de un choque, el rostro de Jesús Murillo, quien a su vez fue amonestado por juego peligroso.

Tras dicha acción, los ánimos se calentaron y el partido se tornó ríspido, con muchas faltas por parte de ambas escuadras, las cuales se olvidaron de atacar, por lo que el marcador no volvió a moverse antes del descanso.

En la segunda parte, el juego continuó con la misma tónica. Pumas no podía generar peligro en el área contraria, mientras el FC Juárez no lograba aprovechar su superioridad numérica para remontar el marcador.

La falta de emociones hizo desesperar a la afición, que en un despeje del arquero auriazul se hizo notar al lanzar el famoso grito homofóbico.

Los espectadores por fin se levantaron de sus asientos en el tiempo de compensación, cuando al 90+6 los Bravos igualaron condiciones al quedarse con un jugador menos tras la expulsión de José García por una falta sobre Jorge Ruvalcaba; sin embargo, en los últimos minutos, los auriazules tampoco lograron capitalizar la situación, por lo que el partido tuvo que definirse con una tanda de penales.

Créditos: La Jornada