En las últimas semanas, varios artistas del género regional mexicano han cancelado presentaciones programadas en Estados Unidos debido a la revocación o demora en la aprobación de sus visas de trabajo. Esta situación ha generado preocupación en la industria musical y entre los seguidores de estos intérpretes.

Artistas afectados

• Javier Rosas: El cantante anunció la cancelación de su concierto en Toppenish, Washington, debido a un «proceso administrativo rutinario» por parte de las autoridades migratorias estadounidenses. Aclaró que esta situación no está relacionada con cuestiones legales o personales y que los conciertos serán reprogramados.
• Grupo Firme: La agrupación informó que su presentación en el festival La Onda Fest en Napa Valley, California, fue cancelada debido a que sus visas de trabajo están bajo un «proceso administrativo» por parte de la Embajada de Estados Unidos. Esperan resolver esta situación y regresar pronto a la Unión Americana.
• Julión Álvarez: El cantante canceló su presentación en el AT&T Stadium de Arlington, Texas, debido a la cancelación de su visa. Anunció que la presentación será pospuesta y que próximamente se dará información sobre una nueva fecha.
• Los Alegres del Barranco: La banda enfrentó la revocación de sus visas de trabajo tras proyectar imágenes de Nemesio Oseguera Cervantes, alias «El Mencho», líder del Cártel Jalisco Nueva Generación, durante un concierto en Jalisco. Esta acción generó indignación en México y llevó al Departamento de Estado de EE. UU. a revocar sus visas.
• Lorenzo de Montecarlo: El cantante confirmó que sus presentaciones programadas para finales del mes pasado fueron canceladas debido a la revocación de su visa de trabajo. Se encuentra en espera de la documentación requerida por las autoridades estadounidenses para cumplir con sus compromisos.

Estos casos reflejan una tendencia creciente de restricciones migratorias que afectan a artistas del género regional mexicano, especialmente aquellos vinculados con la interpretación de narcocorridos. Las autoridades estadounidenses han intensificado la revisión de las solicitudes de visa, aplicando criterios más rigurosos en un intento de controlar contenidos que puedan ser interpretados como apología del delito.

La situación ha generado consecuencias económicas y culturales significativas en el sector de entretenimiento en EE. UU., afectando tanto a músicos como a promotores. Se espera que los afectados puedan resolver sus problemas migratorios y retomar sus presentaciones en el futuro cercano.