“Yo creo que no debe prohibirse, hay ciertos países en el mundo en los que hay cosas que nos podemos creer; nosotros que vivimos en países como en nuestro México y aquí en Estados Unidos en donde hay una libertad completamente diferente a otros países, que gozamos de grandes privilegios, debemos estar felices por lo que vivimos”, comenta.
“La música te sana, manda una señal a tu cerebro, según lo que estuve leyendo, que te retroalimenta de emociones positivas; las notas, las melodías, las letras ya son cosas que tú decidas escuchar, pero hasta tu corazón se fortalece y se vuelve más joven”, señala.
Jorge asegura que esta investigación la ha comprobado personalmente porque cuando se siente mal, estresado o afligido, basta con escuchar unas notas musicales para relajarse.
“Agarro un instrumento y me pongo a tocar dos o tres notas y baja mi temperatura, ya me pongo un poco más normal, la música me pone quieto, a veces agarro mi acordeón y la guitarra y me da sueño y llega un momento que me empiezo a dormir porque me relaja de esa manera”, ahonda.
Incluso calma la violencia y lleva paz a las personas agresivas o que cometieron un delito, exalta Eduardo Hernández, quien explica que un ejemplo de ello fue cuando llevaron música a la prisión estatal de Folsom, en California.
“Ahí está otro ejemplo de que no se puede prohibir la música, vimos cómo los presos se divirtieron y los vimos reír, gritar o llorar, fue una manera de sacar lo que traían por dentro, algunos están frustrados o llegan a estar enojados, es tu manera de sacar eso que está dentro”, exalta Eduardo.
Esa unión de paz, armonía y amor que se puede trasmitir a través de la música lo han plasmado en un nuevo sencillo “La reunión”, que ya está disponible en todas las plataformas digitales y te invita a reforzar los lazos con tus seres queridos.
“Este tema nos ha conmovido, es una melodía que nos hace reflexionar, que toca fibras de nuestros corazones y mentes”, apunta Jorge.
CRÉDITOS: REDACCIÓN POR ELIZABETH ESCOBAR PARA EL UNIVERSAL.