Los agricultores del centro-sur de Chihuahua dieron un paso adelante en sus negociaciones con autoridades federales para resolver el conflicto por las concesiones de agua, pero la tensión no desaparece: las movilizaciones siguen preparadas en caso de que el proceso se estanque.
Durante la reunión más reciente entre representantes del sector agrícola y funcionarios encargados de la gestión hídrica, los productores recibieron señales de apertura para revisar trámites pendientes, regularizar pozos y aclarar situaciones jurídicas que —afirman— han quedado en suspenso por años. Aunque consideran que el encuentro dejó “luces de avance”, dejaron claro que aún no existe una solución definitiva.
Los agricultores insisten en que no buscan confrontación, pero sí garantías. Entre sus exigencias están la actualización de títulos de concesión, la resolución de expedientes atorados y una mayor claridad sobre los criterios que usa la autoridad para validar o rechazar solicitudes.
Aun así, las agrupaciones mantienen la advertencia: si el diálogo no avanza en los próximos días, retomarán las protestas que han venido organizando desde diferentes municipios. La posibilidad de nuevas caravanas, bloqueos o concentraciones masivas sigue sobre la mesa.
Por ahora, ambas partes continúan en conversaciones. Los productores esperan que los compromisos se transformen en resoluciones tangibles, mientras observan con cautela el cumplimiento de lo acordado. La mesa sigue abierta… y también la presión social.


