Shakira quiere aprovechar el éxito de su sesión con Bizarrap, publicar su duodécimo álbum de estudio antes de que se enfríe el interés y ya piensa en salir de gira de nuevo.
No es solo una canción de despecho, puede ser el trampolín sobre el que Shakira vuelva a lanzar su carrera, que parecía en decadencia tras varios años de poca actividad.
El impacto internacional de su sesión con Bizarrap, publicada el pasado jueves 12, ha animado a la cantante colombiana a acelerar la salida de su próximo álbum, que está previsto que se publique «seguro» durante 2023, según varias fuentes consultadas. Sería su primer disco en seis años.
Shakira se ha mostrado eufórica en los últimos días por el éxito instantáneo e internacional de su sesión con Bizarrap, tres minutos y 37 segundos que batieron el récord de visionados de una canción en español en YouTube (63 millones en sus primeras 24 horas), el récord de escuchas en Spotify en su segundo día (13,6 millones: nunca una canción había logrado tanta audiencia el día después de su estreno) y que también suma audiencias millonarias en Apple Music, TikTok o Instagram.
La experimentada artista quiere aprovechar esta victoria para recuperar una posición de liderazgo en el pop latino, en un momento en el que la música cantada en español triunfa mundialmente. Ha rechazado todas las propuestas de entrevista para no perder un minuto y está trabajando intensamente en su estudio en Barcelona; además, planea viajar a Miami, la otra ciudad en la que trabaja. Su objetivo: que no se enfríe el efecto de la sesión de Bizarrap y mantener vivo el interés del público para convertir el álbum en uno de los grandes acontecimientos musicales de 2023.
La propia artista confesó en Instagram el sábado que la canción fue concebida como «una catarsis» y «un desahogo» y mostró su gran sorpresa por «llegar al número uno del mundo a los 45 años y en español».
La sesión con Bizarrap está cargada de mensajes de Shakira contra su expareja, el empresario Gerard Piqué, de quien se separó el verano pasado. Ese «desahogo», como ella lo define, es una anomalía en su larga trayectoria de más de 30 años, y es casi seguro que no formará parte de su próximo disco, pues las grabaciones de Bizarrap son propiedad de la compañía discográfica Dale Play y nunca aparecen en los álbumes de los cantantes invitados por el productor argentino. Sin embargo, la canción no será una anécdota, sino una bisagra a un nuevo escenario en el que ella ahora domina el relato y ha recuperado mucho prestigio en unos pocos días.
Shakira lleva trabajando de manera intermitente desde hace varios años en su duodécimo álbum de estudio. Pero sus problemas con la Hacienda española, primero, la pandemia, después, y su divorcio, el año pasado, han motivado los constantes retrasos de un disco que, ahora sí, parece cerca de salir.
El álbum se formará por canciones de diferentes géneros cantadas en inglés y en español y contará con varias colaboraciones, según adelantó Shakira a Elle en septiembre pasado. En esa entrevista afirmó que el álbum está «prácticamente terminado».
En la entrevista también mostró la angustia que le produce el impacto de su divorcio en sus dos hijos. «He tratado de ocultar la situación frente a mis hijos. Intento protegerlos, porque esa es mi prioridad en la vida. Pero luego, en el colegio, escuchan cosas de sus amigos o se encuentran con noticias desagradables en internet, y simplemente les afecta», afirmaba la cantante, que ahora ve resurgir su estrellato gracias a su explícita canción contra su exmarido y la nueva pareja de éste.
ACUSACIÓN DE FRAUDE
En 2018 logró su tercer premio Grammy y fue el año de su última gira mundial, una serie de más de 50 conciertos por los que Live Nation ingresó más de 70 millones de dólares.
El tour se llamó como el disco de 2017, El Dorado, cuyas letras de amor también estaban inspiradas por su relación con Piqué. Fue su último gran año artístico: en diciembre de 2018 se supo que la Fiscalía pensaba acusarla de un fraude fiscal de 14,5 millones de euros por simular no residir en España y ocultar su renta, por medio de un entramado societario con sede en paraísos fiscales, entre 2012 y 2014.
Tras su actuación en el descanso de la Super Bowl en febrero de 2020 junto a Jennifer Lopez, Bad Bunny y J. Balvin, Shakira pasó el primer año de la pandemia en barbecho, con la idea de ofrecer una gira mundial en 2021. Las restricciones a los conciertos multitudinarios provocaron la cancelación del tour. En enero de ese mismo año, la artista aprovechó la burbuja de los derechos musicales para hacer caja: vendió todo su catálogo, 145 canciones, al fon de inversiones Hipgnosis.
Shakira ha lanzado dos temas en 2022, el año de su ruptura con Piqué. Te felicito (junto a Rauw Alejandro) y Monotonía(junto a Ozuna) sí son canciones que a buen seguro formarán parte de su próximo álbum.
En los próximos meses, la artista planea mudarse a Miami y tiene pendiente el juicio por defraudar presuntamente a Hacienda, pero si es capaz en este tiempo de terminar el disco, que no tiene aún fecha de salida, un escenario razonable es que se publicara en verano u otoño. De ese modo, la gira mundial podría celebrarse en 2024, algo que para este año ya es muy improbable, según las fuentes consultadas, que tampoco creen probable que pueda ser cabeza de cartel de ningún festival en España este verano.
CRÉDITOS: REDACCIÓN EL MUNDO
