El Departamento de Comercio de Estados Unidos anunció este martes la imposición de aranceles antidumping y compensatorios sobre las importaciones de acero anticorrosión provenientes de diez naciones, entre ellas México, Brasil, Canadá y Turquía.
La medida surge tras una investigación que concluyó que estos productos ingresaban al mercado estadounidense a precios artificialmente bajos o con apoyo de subsidios gubernamentales, lo que generaba una competencia desleal frente a la industria local.
El acero anticorrosión es un insumo clave en sectores como la construcción, la automotriz y la fabricación de electrodomésticos, por lo que el anuncio genera inquietud en los países exportadores, que podrían ver afectados sus envíos hacia uno de los mercados más importantes del mundo.
El valor de las importaciones sujetas a esta medida ronda los 2 900 millones de dólares anuales, cifra que da cuenta de la magnitud del impacto potencial.
Ahora, la Comisión de Comercio Internacional de EE.UU. (ITC) deberá determinar si las importaciones han causado un daño real a la industria estadounidense. De confirmarse, los aranceles se aplicarán de manera definitiva en los próximos meses.
Para México, la decisión llega en un momento sensible, pues el acero forma parte de las exportaciones estratégicas dentro del marco del T-MEC. Expertos señalan que, de mantenerse los aranceles, podría generarse una renegociación sectorial o bien abrir la puerta a disputas comerciales entre ambos países.
Mientras tanto, los productores nacionales de acero en Estados Unidos celebraron la resolución, al considerarla un paso necesario para garantizar un mercado con condiciones más equitativas.