El piloto de la próxima evaluación educativa está en pausa en México, por lo que organizaciones civiles piden posicionamiento de las candidaturas presidenciales.
La aplicación de la prueba PISA 2025 está en suspenso en México. El país no ha participado en el piloto de esta evaluación educativa, que se realiza un año previo al levantamiento del estudio completo y que ya inició en otras naciones.
Por esta razón, está en duda si México participará en la próxima edición de la prueba PISA. “No está confirmada la participación de México en PISA en este momento”, afirmó Teresa Gutiérrez, directora de Monitoreo de Indicadores en Mexicanos Primero.
Ante la incertidumbre, su organización llamó a las candidatas y al candidato a la Presidencia de la República a posicionarse sobre el tema y comprometerse a mantener la participación de México en la prueba PISA.
La suspensión no significa que el país ya canceló la aplicación de la evaluación por completo. La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), organismo internacional encargado de la prueba PISA, ha dado un plazo: México debe confirmar a más tardar en diciembre de este año si participará en la evaluación educativa completa.
“Se lo estamos planteando a las candidatas y al candidato, que éste es un buen momento, que en cuanto tome posesión el nuevo gobierno todavía se puede hacer algo, porque es algo muy importante no quedarnos sin información”, subrayó.
¿Cómo funciona la prueba PISA?
Esta evaluación educativa mide los conocimientos de los alumnos de 15 años en Matemáticas, Ciencias, Lectura y, a partir de la próxima edición, también de Lenguas Extranjeras. Su aplicación requiere una preparación de al menos tres años.
Las primeras reuniones para organizar PISA 2025 se hicieron en marzo de 2023 y México no participó en ellas, aseguró la especialista en educación, quien tiene conocimiento del proceso en la OCDE.
“Se tiene que validar con las escuelas que los niños efectivamente estén ahí, que tengan la edad que dicen, que efectivamente estén inscritos en el año escolar. Todo ese proceso es el que toma un poco de tiempo y no se ha hecho para el piloto, que se tiene que hacer un año antes”, explicó.
En cada edición de la prueba PISA se aplica un examen piloto en los países miembro de la OCDE al final del ciclo escolar a una muestra de alrededor de 2,000 estudiantes, con el objetivo de afinar el diseño de las preguntas. Sin embargo, esto no se ha hecho en México todavía aunado a que el Gobierno no ha pagado a la OCDE el monto que cobra por la aplicación de la prueba.
“Este año no se tiene registro de que estén haciendo esos preparativos”, sostuvo la especialista. Aunque no es la primera vez que ocurre esto en México, su repetición preocupa porque el Gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador ha amagado en otros momentos con sacar a México de la prueba PISA.
En 2021, el país tampoco participó en la prueba piloto de PISA, debido a que las escuelas seguían cerradas por la pandemia de covid-19. “Fueron circunstancias distintas”, señaló Gutiérrez.
Pese a ello, sí se autorizó la participación de México en la evaluación completa, que se levantó en 2022 y los resultados se presentaron el año pasado.
En aquella edición, México obtuvo resultados desfavorables: fue el tercer país de la OCDE peor evaluado en Matemáticas y comprensión lectora, además de obtener el puntaje más bajo en Ciencias.
López Obrador y la Secretaría de Educación Pública (SEP) desestimaron los resultados. “Todos esos parámetros se crearon en la época del predominio del periodo neoliberal», declaró entonces el presidente.
“No consideran las condiciones reales en las que se desarrolla el trabajo docente, así como los procesos situados de la enseñanza y los aprendizajes en las aulas de los distintos países», agregó la SEP.
Aunque la prueba piloto no es un requisito indispensable para participar en la evaluación final de PISA, sí es necesario, consideró la experta. “Pensando en que en los otros países sí se va a llevar a cabo el piloto, se podría colectar la información. Entonces, nos están dando esa ventana, que se pueda decidir la participación de México hasta el final del año, hasta diciembre de 2024”, explicó.
Es por esa razón que la organización civil llamó a las candidaturas presidenciales de Claudia Sheinbaum, Xóchitl Gálvez y Jorge Álvarez Máynez, a comprometerse a mantener la evaluación.
Quien gane la elección presidencial del 2 de junio, podría confirmar la participación de México en la prueba, ya que tomaría posesión del cargo desde el 1 de octubre y habría tiempo para cumplir con el plazo de la OCDE.
La experta de Mexicanos Primero advirtió que, si México abandona la prueba PISA, se perderían datos significativos sobre los aprendizajes de los estudiantes. “Estaríamos perdiendo una serie de datos de más de 20 años y te quedas completamente sin evaluación”, explicó.
“No es para compararte con otros países, sino para compararte tú mismo, como has ido avanzando a través del tiempo, y para tomar decisiones de política educativa”, agregó. Actualmente, México ya no participa en la prueba educativa regional de la UNESCO.
Créditos: Expansión Política
