Estados Unidos atraviesa un momento de incertidumbre económica y legal luego de que tribunales federales declararan ilegales los aranceles más amplios impuestos durante la administración de Donald Trump bajo la Ley de Poderes Económicos de Emergencia Internacional (IEEPA).
Aunque los gravámenes se mantienen vigentes mientras la Corte Suprema analiza el caso —con un fallo que podría darse antes del 14 de octubre—, el panorama abre la posibilidad de que miles de empresas soliciten reembolsos millonarios por los pagos realizados en los últimos años.
La magnitud del eventual proceso sería histórica: expertos advierten que se trataría de la operación de devolución más grande en la historia de Estados Unidos. Sin embargo, los consumidores que asumieron el costo a través de precios más altos en bienes importados no recibirían compensación alguna.
Por su parte, el expresidente Trump ha planteado públicamente la idea de utilizar los ingresos generados por los aranceles para otorgar reembolsos a los ciudadanos estadounidenses, aunque la propuesta aún carece de detalles sobre montos, criterios o plazos. La iniciativa se encuentra en una etapa especulativa y dependerá en gran medida de lo que resuelva la Corte Suprema.
Mientras tanto, sectores empresariales y políticos se mantienen a la expectativa, conscientes de que la decisión final podría redefinir no solo la política comercial del país, sino también el impacto económico en millones de familias y compañías.