Frente al cierre temporal de la frontera con Estados Unidos —motivada por el brote del gusano barrenador del ganado— los productores chihuahuenses han enfrentado una situación crítica que se agrava por años de sequía prolongada. La interrupción en la exportación ha provocado drásticas caídas en los precios, llegando hasta un 50 %, especialmente al tener que volcarse al mercado interno o hacia destinos alternativos como Mexicali.
Además, el cierre de frontera ha generado cifras alarmantes: pérdidas de hasta 5 millones USD diarios y gastos que alcanzan los 21 millones MXN diarios solo en alimentación del ganado varado.
Ante este escenario, los ganaderos de Chihuahua proponen una estrategia de reconversión: planean establecer centros de valor agregado que permitan mantener la productividad y el sustento, incluso mientras persisten las restricciones al cruce por la frontera.
