El actor de teatro Adam Turck, de 35 años, falleció trágicamente tras recibir un disparo mientras intentaba mediar en una disputa doméstica en Richmond, Virginia. Turck, quien paseaba a su perro, decidió intervenir para proteger a una mujer involucrada en la confrontación, pero fue atacado por un joven de 19 años, quien posteriormente se quitó la vida.
Su familia confirmó que se mantuvo con vida artificialmente con el objetivo de donar sus órganos, un acto altruista que fue parte de su legado.
Integrado en la vibrante comunidad teatral de Richmond, Turck había sido reconocido con el premio al Mejor Actor en 2018 por su presentación en «Hand to God» y se preparaba para protagonizar la obra Drácula: Una Comedia de Horrores ese otoño. Sus colegas lo recuerdan como un «artista dotado, activista apasionado y miembro profundamente querido de la comunidad».
El jefe de policía local calificó el incidente como un recordatorio escalofriante de la necesidad de combatir la violencia armada en la sociedad.