- La reducción de la jornada laboral a 40 horas semanales en México ha sido aprobada y se implementará de manera gradual hasta alcanzar su plena vigencia en enero de 2030. Este cambio, respaldado por la presidenta Claudia Sheinbaum y el secretario del Trabajo, Marath Bolaños, busca mejorar la calidad de vida de los trabajadores y alinear al país con estándares internacionales.
Sin embargo, la transición plantea desafíos para ciertos sectores. Por ejemplo, la Asociación Mexicana de Empresas de Seguridad Privada ha advertido que la medida podría incrementar los costos operativos en hasta un 40%, ya que sería necesario triplicar el personal para cumplir con las nuevas disposiciones laborales.
Además, trabajadores informales o aquellos sin prestaciones laborales expresan su preocupación, temiendo que la reducción de horas pueda traducirse en una disminución de sus ingresos diarios. Aunque la reforma busca proteger el salario durante la transición, la falta de contratos formales y prestaciones dificulta la aplicación efectiva de estas garantías.
El proceso legislativo comenzó en abril de 2023 con una propuesta del Partido del Trabajo para modificar el artículo 123 constitucional. Tras diversas discusiones y foros de parlamento abierto, se estableció un plan de implementación gradual que culminará en 2030. Se prevé que entre el 2 de junio y el 7 de julio de 2025 se realicen nuevas mesas de trabajo para continuar afinando los detalles de la reforma.
Aunque la medida representa un avance significativo en la legislación laboral mexicana, es esencial que se implementen estrategias de acompañamiento para garantizar que todos los trabajadores, especialmente los más vulnerables, se beneficien equitativamente de esta reforma.