Las declaraciones de Lupita Jones volvieron a generar debate en el mundo del espectáculo y los certámenes de belleza, luego de señalar que Fátima Bosch debe comprender que su papel como Miss Universo implica una transformación en su imagen pública y comportamiento. Para la exreina mexicana, portar la corona internacional conlleva responsabilidades que van más allá del carisma y la cercanía con su gente.
Jones explicó que, si bien es natural que Bosch quiera celebrar con su comunidad y mantener sus raíces, ahora representa una figura global que debe cuidar cada aparición pública. A su juicio, las expresiones espontáneas que son bien recibidas en un contexto local no siempre encajan con el protocolo y la proyección que demanda el certamen más importante del mundo.
La también exdirectora de concursos de belleza subrayó que el título no se limita a un reconocimiento personal, sino a un compromiso con una imagen institucional que simboliza elegancia, liderazgo y representación internacional. Por ello, consideró fundamental que la actual Miss Universo reciba orientación profesional para adaptarse a esta nueva etapa.
Las palabras de Jones provocaron opiniones divididas: mientras algunos respaldan la necesidad de mantener una imagen más formal, otros defienden la autenticidad de Fátima Bosch y celebran que conserve su esencia pese al título que ostenta.

