El Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (SADER) informó que, frente al repunte de casos de Gusano barrenador del ganado (GBG), las autoridades federales, estatales y del sector privado se mantienen en coordinación estrecha para contener la plaga.
Durante su más reciente declaración, el titular, Julio Berdegué Sacristán, reconoció la complejidad del problema y recordó que la vigilancia zoosanitaria y las medidas de control deben reforzarse. No obstante, admitió que por ahora no se han anunciado apoyos específicos para los productores afectados, muchos de los cuales enfrentan las consecuencias del cierre prolongado de las exportaciones.
En respuesta al brote, la dependencia sanitaria encargada, Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (SENASICA), detectó irregularidades en la emisión de certificados zoosanitarios por parte de veterinarios privados, así como un mercado negro de aretes de identificación animal —prácticas que habrían facilitado la movilización irregular de ganado infectado.
Para mejorar el control, se han comenzado a instalar trampas de monitoreo en puntos clave de tránsito y concentración de ganado —corrales, rastros, centros de acopio y engordas— con el fin de detectar la presencia de la mosca transmisora lo antes posible.
Sader reiteró su compromiso de mantener un diálogo permanente con las autoridades estatales y organizaciones ganaderas, con la finalidad de superar esta crisis sanitaria que pone en riesgo no sólo la producción, sino el bienestar de quienes dependen del sector.
