Simón Falah-Assadi Martínez, un niño de nueve años, fue hospitalizado en el Hospital Ángeles del Pedregal en estado delicado tras recibir un fuerte golpe en la cabeza por una pelota de foul durante el primer duelo de la Serie de Zona entre los Diablos Rojos del México y los Pericos de Puebla, celebrado el miércoles 20 de agosto. Al inicio, los servicios médicos del estadio descartaron una herida grave, lo que permitió que Simón regresara a casa. Sin embargo, horas después comenzó a tener fuertes dolores de cabeza y vómitos con coágulos, por lo que su familia decidió trasladarlo de urgencia al hospital, donde se le diagnosticó una hemorragia cerebral significativa que presionaba su cráneo.
Su familia, sin seguro médico, ha iniciado una campaña en redes sociales para solicitar apoyo económico y donadores de sangre O+, tanto para sufragar los gastos hospitalarios como para atender posibles transfusiones.
Mientras tanto, los Diablos Rojos del México han informado que se harán cargo de los gastos médicos a través del seguro del estadio y han asegurado que mantienen comunicación constante con la familia de Simón, subrayando que el menor se encuentra estable dentro de su condición y continuará bajo observación en terapia intensiva.
Aun cuando el estadio dispone de una amplia red de protección que cubre desde la línea de foul hasta el home, los organizadores hicieron un llamado a la afición a mantenerse alerta y vigilar la trayectoria de la pelota en todo momento, ya que zonas altas y plateas aún podrían quedar expuestas.
