La superestrella de la lucha libre profesional Hulk Hogan, cuyo nombre real era Terry Gene Bollea, falleció este jueves 24 de julio de 2025 a los 71 años, tras sufrir un paro cardíaco en su residencia de Clearwater, Florida. A pesar de la rápida intervención de los servicios de emergencia y su traslado a un hospital local, no se logró reanimarlo.
Reconocido por su carisma explosivo, su emblemático estilo con bandana roja y amarillo, su icónica patada “whatcha gonna do” y su presencia imponente, Hogan fue una pieza clave en la explosión global de la WWE durante los años 80, dando vida al fenómeno conocido como “Hulkamania”.
Campeón mundial en al menos seis ocasiones y protagonista de eventos como WrestleMania, Hogan también tuvo una faceta actoral, participando en películas como Rocky III y protagonizando un reality show, Hogan Knows Best, así como múltiples licencias comerciales.
Aunque su legado deportivo fue innegable, su vida no estuvo exenta de controversias: en 2012 enfrentó una demanda legal contra Gawker tras la filtración de un video íntimo, y años antes fue retirado del Salón de la Fama de la WWE por declaraciones racistas, aunque fue readmitido en 2020.
Figuras como Triple H lo describieron como “el prototipo de superestrella”, mientras que WWE lo proclamó como uno de los rostros más reconocibles de la cultura pop, agradeciendo su legado y expresando condolencias a su familia y seguidores.
Hogan deja esposa, Sky Daily, y sus dos hijos, Brooke y Nick. Su partida marca el cierre de una era para el entretenimiento deportivo, aunque su espíritu, su grito de guerra y su influencia perdurarán por siempre.