Las exportaciones de ganado mexicano hacia Estados Unidos han sufrido una fuerte caída debido a restricciones sanitarias impuestas tras la detección del gusano barrenador en el estado de Chiapas. Esta crisis ha provocado una pérdida de competitividad para México, mientras que Canadá ha ganado terreno como proveedor clave para el mercado estadounidense.
Durante el primer trimestre de 2025, las importaciones estadounidenses de ganado procedente de México sumaron 145 millones de dólares, una caída del 56.3% en comparación con el mismo periodo del año anterior. En contraste, las importaciones de ganado canadiense se dispararon hasta los 639 millones de dólares, lo que representa un aumento del 57.4%.
A esta situación se suman los efectos de los aranceles del 25% que Estados Unidos reactivó el pasado 4 de marzo, así como el impacto del contrabando de ganado, que ha generado una competencia desleal, particularmente para los pequeños productores.
Frente a este panorama, la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (SADER) ha llamado a los ganaderos a fortalecer la producción nacional y colaborar con las autoridades sanitarias en el control del brote. El objetivo es recuperar lo antes posible el estatus sanitario y restablecer el flujo comercial con Estados Unidos.
La situación actual pone en evidencia la vulnerabilidad del sector ante emergencias zoosanitarias y la necesidad de reforzar la bioseguridad, la trazabilidad y la cooperación regional en el comercio agropecuario.
